El recorrido público de Ayelén Paleo es un claro ejemplo de transformación. Durante los años 2000, se consolidó como una de las figuras más visibles del espectáculo argentino. Su debut en el teatro de revistas y su participación en Bailando por un sueño la catapultaron a la televisión y a la cultura popular, aunque su exposición estuvo atravesada por controversias y escándalos.
Uno de los episodios más recordados de su carrera fue su paso por Bravísima, donde compartió escenario con Carmen Barbieri y Santiago Bal. El supuesto romance con el reconocido director teatral generó un escándalo que derivó en la separación de la histórica pareja Barbieri-Bal tras 25 años juntos. Aunque Paleo siempre negó haber tenido responsabilidad en ese desenlace, la presión mediática marcó sus primeros años de carrera.
En 2011, la joven artista vivió su pico de exposición como la “tercera en discordia”. Un año después, sorprendió al coincidir en televisión con Carmen Barbieri, quien, lejos de la confrontación, la elogió públicamente: “A Ayelén le he tenido mucha confianza, la elegí por su talento. Empezaste bien tu carrera y así la vas a continuar”.
Con el paso del tiempo, Paleo se distanció de aquella etapa. Desde la madurez, reflexionó sobre el impacto del escrutinio mediático: “Yo era muy chica y me dejaron parada como la mala de la película. No la pasé bien, sufrí mucho. Hoy entiendo que pude revertir esa situación y siento que la gente me quiere”.
Su salida de la farándula fue gradual. Primero construyó una comunidad en redes sociales compartiendo rutinas y consejos de entrenamiento físico. Luego se certificó como entrenadora y trabajó en forma presencial y online. Ese camino la llevó a reinventarse definitivamente: junto a su hermano fundó una empresa inmobiliaria en Puerto Madero, dedicada al segmento premium. Hoy, ocupa el rol de CEO y asesora a clientes en operaciones de alto nivel, dejando atrás la imagen mediática para adoptar un perfil elegante y empresarial, publicó TeleShow.
“Con humildad logré revertir una situación donde parecía que todo el país estaba en mi contra. Ahora la gente me quiere mucho y siento que me lo gané”, aseguró en una entrevista reciente.
Sin embargo, la calma de su presente se vio alterada en los últimos días por un hecho ajeno a su vida empresarial. Su madre, Elizabeth Rodrigo, de 62 años, fue detenida en su domicilio de la Ciudad de Buenos Aires, acusada de integrar una red de trata con base en La Plata. Según la investigación judicial, la mujer cumplía el rol de fotógrafa de las víctimas, cuyas imágenes eran publicadas en sitios web de explotación sexual.
El caso provocó que el nombre de Ayelén Paleo regresara a los titulares, esta vez en un contexto complejo. Su desafío actual pasa por sostener la distancia entre su nueva identidad profesional y los escándalos que vuelven a rodear su apellido.